CON EL AGUA HASTA EL CUELLO

 

 publicación del día 14 de Octubre.

Redacción: Periodista Cruz Antonio Girón

Como medio de comunicación nos solidarizamos con todas aquellas familias que están sufriendo los efectos de las lluvias que azotan a nuestro país El Salvador y en la región Centroamericana.

Nuevamente la naturaleza hace sus virajes para recordarnos que es un ser más vivo que muchas personas que creen que lo saben todo. El cambio climático y las consecuencias de la desforestación mundial y la desbastadora construcción en nuestro país e incluso en aquellos lugares que no son aptos para habitar y que no hay ley que lo impida y si hay muchas veces caya; agregado otros problemas pone a prueba las autoridades del gobierno que deberán responder a miles de damnificados, desplazados que necesitan alimentación, ropa, medicinas y mucho apoyo en este momento de angustia.

Esta es una prueba de fuego que no la apaga el agua que cae, sino la voluntad y capacidad de las autoridades responsables y por supuesto de la tenacidad de los salvadoreños que nos hemos caracterizados por ser nobles y valientes; demostremos que somos solidarios ayudando desinteresadamente.

Al decretar estado de emergencia nacional significa que todos los recursos y disponibilidad de funcionarios, personal de gobierno encargados de atender la calamidad, están a disposición del supremo gobierno y los recursos económicos y logísticos que no se escatimen y menos se malversen o aparezcan en playas privadas o bodegas particulares como ya ha sucedido sin pensar en los más necesitados.

Quiero también felicitar a todos los efectivos de nuestra gloriosa Fuerza Armada, a todos y todas aquellas personas que integran los equipos de Protección Civil, Cuerpo de Bomberos, socorristas de Cruz Roja, Cruz Verde, Comandos de Salvamento y otras entidades que se han sumado a este esfuerzo.

Como medio de comunicación hacemos un llamado a todos y todas las personas que se avoquen a las unidades de socorro y centros de acopio y entreguen no lo que van a botar sino lo que le va a servir a un hermano o hermana necesitada y pidamos de corazón a Dios todo poderoso que esta catástrofe termine.